En la cultura popular los cerditos (conocidos también como cochinitos o chanchitos según la región) suelen asociarse con conductas poco higiénicas, glotonería y suciedad al punto que para insultar a una persona con hábitos higiénicos poco razonables se le califica de «cerdo», sin embargo esta apreciación que se tiene popularmente de los cochinitos es totalmente falsa y corresponde a una interpretación errada de la realidad.
Muchas personas asumen que los cerdos tienen una higiene pobre debido a que escarban bajo la tierra para buscar su alimento y a que comen casi cualquier cosa, sin embargo esto lejos de ser una debilidad ha sido la clave de su supervivencia, sobre todo cuando la mayoría de los cerdos vivía en estado salvaje.
Los cochinos o cerdos son animales omnívoros que pueden comer casi cualquier cosa, eso los hace muy adaptables y les permite sobrevivir y adaptarse a casi cualquier tipo de clima. En los países donde los inviernos son muy rigurosos el hábito de los cerdos de «hozar» que es como se conoce a su conducta de escarbar bajo la tierra en busca de alimentos, les permite identificar fuentes de nutrientes ocultas bajo tierra que les dan sustento durante los meses de clima más riguroso.
Resulta pues que no se trata de glotonería sino de un hábito de supervivencia.
Por otra parte los cerdos tienen la costumbre de realizar «baños de lodo» varias veces al día, algo que desde las perspectiva humana es asqueroso pero que para los cerditos resulta vital ya que estos animales carecen de pelo corporal abundante que los aísle y los proteja de los elementos así como de glándulas que les permitan sudar para refrescarse.
Así pues el baño de lodo hace las veces de «protector solar» contra los rayos ultravioleta además de mantener la piel del cerdito húmeda y fresca, de lo contrario comenzaría a agrietarse favoreciendo la proliferación de parásitos e infecciones.
Resulta evidente que los cochinitos están muy bien adaptados a su entorno y dado que no pueden ir a la tienda a comprar bloqueador solar y un ventilador, usan lo que les ofrece la naturaleza para mantener su piel fresca y saludable.
En cuanto a sus hábitos de higiene, los cochinitos tienden a mantener muy aseadas las áreas donde duermen y se alimentan, procurando evacuar y orinar en un área apartada del corral; así mismo les gustan los baños y que los acaricien mucho.
Como se puede ver los cerditos son animales inteligentes y adaptables que disfrutan del contacto no sólo con los de su misma especie sino también con los seres humanos a los cuales han acompañado por varios siglos.
En la granja de contacto de Gordon’s Farm tendrás la oportunidad de disfrutar y aprender más sobre los cochinitos bebés y podrás estar tranquilo porque no estarán cubiertos de lodo; no porque no lo necesiten sino porque nuestro personal los cuida tanto que pueden pasar algunas horas sin su capa protectora para que los niños no se llenen las manos de lodo al tocarlos; sin embargo es muy importante que la granja de contacto esté en un área con sombra de manera que los cochinitos no sufran las inclemencias de la exposición directa y prolongada a la luz solar.